¿Cuáles son los productos más importados de China?

¿Cuáles son los productos más importados de China?

Entre nuestros clientes y posibles clientes siempre encontramos casos de empresas que no quieren que se sepa que sus productos son importados de China, como si desvelarlo fuera un factor negativo. Es algo curioso, sobre todo teniendo en cuenta que, en pleno 2020, la mayoría de productos que tenemos en casa, en las oficinas y, por supuesto, que vemos vender en tiendas e Internet son de origen asiático.

España es un país que importa más que exporta. Nuestro país compra principalmente a Alemania, Francia, China, Italia, Reino Unido, Turquía y Marruecos. Uno de los productos que más importa España es el petróleo (adquirido a Nigeria, Arabia Saudí, México, Libia, Kazajstán, Irán, Irak y Brasil). En segundo lugar, la importación de bienes de equipo (materia prima para desarrollar la actividad propia de una empresa, como la maquinaria de industria, material de transporte o equipos eléctricos) que se adquieren principalmente a Alemania, China y Francia y la de manufacturas de consumo (como el textil o los juguetes), que España compra a China, Turquía, Italia, Bangladesh y Marruecos.

Aunque seguramente necesitaríamos datos más recientes, en 2017 España estaba entre los seis países de la UE que más productos importa de China, invirtiendo un total de 21.454 millones de euros, según datos de Eurostat recogidos por el Instituto de Estudios Económicos (IEE).

La tipología de los productos que España importa de China es realmente variada e incluso difícil de definir con exactitud, ya que muchos de los estudios elaborados sobre comercio exterior engloban la zona asiática como un todo en uno, incluyendo en ella a todos sus países.

No obstante, según datos de Instituto de Comercio Exterior Español (ICEX), los productos que las empresas españolas más fabrican en China son, en primer lugar, los productos industriales y tecnología (51,7% del total), en el que se incluyen, ordenados por volumen, equipos y componentes electrónicos e informáticos (14,7%), industria química (7,4%), maquinaria y material eléctrico (5,3%), materiales de construcción (4,2%) y equipamiento para colectividades (3,1%). En segundo lugar encontramos el grupo de bienes de consumo (44,9% del total), encabezados por los productos de moda (22,6%, el tipo de producto más importado de todos) y seguidos por los productos de hogar (11,6%), ocio (7,6%) e industrias culturales (3,2%).

Fabricar en China con éxito

Antes de proseguir, es importante destacar que fabricar en china no significa renunciar a la calidad. En 2016, el Gobierno chino lanzó el Plan Made in China 2025, una estrategia para impulsar y reestructurar su industria fomentando la calidad y eficiencia de su producción. El plan tiene como principal objetivo desterrar el concepto “made in China” del de “baja calidad”, aunque lamentablemente muchas personas aun así lo perciban.

Como pasa con cualquier compra en cualquier lugar del mundo, hay que saber elegir proveedor, en este caso, fabricante. Es por ese motivo que es tan importante conocer bien las particularidades de la economía y el funcionamiento industrial chino –algo poco probable para un extranjero no habituado a negociar con el país asiático- para conseguir que nuestros productos respondan realmente a los requerimientos deseados.

Más allá de seleccionar el proveedor adecuado, es sumamente importante tener muy claro el diseño del producto que queremos fabricar, los materiales de su materia prima, así como cualquier detalle (colores, variables, accesorios, medidas, etc.). A mayor detalle de nuestros requisitos, menor margen de error.

Controlar la producción y realizar un seguimiento,

No es algo que solo pase cuando importamos de países asiáticos: el control y la supervisión es esencial si queremos resultados óptimos. No obstante, sí que es verdad que si elegimos fabricar en China nuestros productos algo importante cambia: la comunicación, definida no solo por el idioma, sino por las particularidades de la cultura asiática y su forma de negociar.

Aquí es donde se hace notoria la figura del consultor de compras, un profesional que no solo negocia para conseguir buenos precios y calidades, sino que media con los proveedores y realiza el seguimiento de los pedidos.

Controlar la producción de cerca nos permite avanzarnos a cualquier tipo de problema, desde incidentes con el diseño o acabados a imprevistos en los estándares de calidad, que lógicamente cambian del país de origen al de destino.

Y eso no es todo. No estamos hablando solo del proceso de producción, sino también del transporte de mercancías. Importar desde países lejanos sin la debida previsión puede llegar a provocar una rotura de stock, con sus consecuentes pérdidas.

Es necesario tener claro que realizar una importación conlleva una serie de riesgos asociados que pueden minimizarse en gran parte si elegimoscontratar a un agente de compras o una empresa de sourcing. La experiencia en gestión de compras es fundamental para evitar la mayor parte de inconvenientes y, lo más importante, saber gestionarlos.

No es algo que digamos (solo) nosotros: fabricar e importar productos en China es muy rentable pero no es fácil, y contar con los servicios profesionales de un partner especializado en compras internacionales garantizará que el proceso sea exitoso.

Tras más de 15 años trabajando en importaciones de China a diferentes países europeos, en S3 Group sabemos que para fabricar productos en China y que todo salga bien, la figura de un consultor de compras es clave. No importa si nos disponemos a adquirir alguno de los productos más importados de China o cualquier otro que necesitemos a medida, lo verdaderamente importante es tener experiencia y una estrategia de sourcing que convierta la importación en un éxito.