«Calidad significa hacer lo correcto cuando nadie está mirando«. Esta famosa frase de Henry Ford es (o debería ser) muy significativa para cualquier empresa. La gestión de la calidad forma parte de la cultura organizativa de una empresa, y eso afecta tanto a sus servicios (atención comercial, logística, post-venta, etc.) como a sus productos.
No obstante, cuando las empresas venden bienes materiales comprados a un proveedor, en ocasiones se cae en el (grave) error de dejar en manos del fabricante toda la responsabilidad de la calidad del producto, algo que puede llegar a costarle muy caro (en varios sentidos) a la empresa comercializadora, que al fin y al cabo es la que tiene trato directo con el cliente final y, por lo tanto, la que se está jugando su reputación.
Este hecho es también habitual cuando las marcas deciden comprar sus productos en China sin la estrategia de sourcing adecuada. De hecho, y desgraciadamente, algunas empresas asumen como normal el hecho de que importar productos de un país lejano puede ir asociado a una serie de errores cualitativos, una idea equivocada que surge de la falta de información sobre cómo realizar con éxito una importación de productos chinos.
Recordamos, una vez más, que en pleno siglo XXI hablar de productos fabricados en China es hablar de productos de calidad siempre y cuando –y como pasa en cualquier compra- elijamos el proveedor adecuado. Si los bienes adquiridos en China no cumplen nuestras expectativas, la mayoría de veces se debe a que la falta de experiencia en importaciones ha desencadenado en alguno de los problemas habituales al hacer compras internacionales en el gigante asiático y que seguramente podrían haberse evitado contando con los servicios de un agente o consultor de compras especializado.
Inspección de mercancías.
Aquello que no se supervisa no se controla, y lo que no se controla no se puede mejorar. Parece una de aquellas típicas frases inspiracionales de redes sociales, pero en realidad es el resumen a un asunto de pura lógica.
Realizar inspecciones de mercancías en origen (fabricante) es un paso fundamental si queremos que el producto llegue a nosotros con todas las garantías de calidad posibles. Las inspecciones de control de calidad hacen posible detectar con antelación defectos de fabricación, deficiencias funcionales, errores en los requisitos de nuestro diseño o incluso errores en la cantidad de producción.
En ese sentido, la realización de controles de calidad permite a la empresa cliente anticiparse a cualquier problema derivado de la producción, lo que sin duda le evitará costes (devoluciones de sus clientes, nuevos pedidos al proveedor, viajes hasta la fábrica para solucionar problemas…) y muchos dolores de cabeza.
Tipos de inspecciones de mercancías en China.
Inspecciones obligatorias.
Inspecciones requeridas por el país fabricante. Se controla con ellas la cantidad y calidad de los productos fabricados; también se realiza una verificación de precios que permita una clasificación arancelaria para cualquier producto fabricado destinado a la exportación.
El objetivo de estas inspecciones es llevar a cabo un control para poder emitir certificaciones obligatorias en China, como por ejemplo la conocida Certificación Obligatoria China (conocida como CCC, por sus iniciales en inglés China Compulsory Certification).
La CCC, parecida a la certificación CE del sistema europeo, es el requisito exigido a ciertos productos fabricados en China para su uso, comercialización, venta, importación o distribución. Entró en vigor el 1 de mayo de 2002 y es obligatorio en 137 tipos de productos organizados en 21 categorías (principalmente componentes de vehículos, productos electrónicos y productos de tecnologías de la información). Es ilegal la comercialización de estos productos sin la certificación necesaria.
Inspecciones propias o voluntarias.
Las inspecciones voluntarias son clave en una importación. Aunque la empresa cliente no es siempre consciente de ello, el éxito o fracaso de la compra depende muchas veces de este tipo de controles.
Hay que tener en cuenta que, aunque las inspecciones obligatorias hacen cumplir ciertos estándares, las autoridades que las realizan no saben nada sobre los detalles específicos de nuestra importación. Precisamente por eso es la empresa cliente la que debe exigir inspecciones propias para no perder detalle.
Este tipo de inspecciones tienen como único objetivo comprobar que el proveedor está fabricando el producto encargado tal y como lo queremos comprar, y garantizan que las mercancías se están produciendo conforme con las especificaciones del contrato de compra. Asimismo, también son la iniciativa adecuada para asegurarnos que los productos cumplen con los estándares de calidad del país de destino final y podrán comercializarse sin problemas.
¡Deja que un sourcing partner controle la calidad por ti!
Desde la barrera del idioma o diferencias culturales, a los desplazamientos (viajes), desconocimiento sobre la legislación o documentación necesaria. Son muchos los factores que pueden desencadenar en un problema cuando una empresa tiene poca experiencia en compras internacionales en China.
El proceso de importación es largo y se compone de varias fases durante las cuales es imprescindible controlar la calidad para evitar riesgos y sorpresas a la hora de recibir la mercancía. La figura de un sourcing partner te ayudará a supervisar y superar todos los pasos, estableciendo controles de calidad que aseguren el éxito de la importación.
En S3 Group llevamos más de 15 años trabajando como sourcing partner especializado en productos fabricados en Asia. Nuestro trabajo consiste en que las importaciones sean un proceso sencillo, eficaz y de confianza para cualquier empresa, sin tener que preocuparse por la calidad de sus productos (de eso ya nos preocupamos nosotros).