Cómo desarrollar tu ventaja competitiva gracias a la importación

Cómo desarrollar  tu ventaja competitiva gracias a la importación

Como ya hemos visto en numerosos artículos, importar productos de China tiene diversos beneficios que nos permiten desarrollar la ventaja competitiva de nuestro negocio.

De hecho, cuando muchas empresas se deciden a importar sus productos de Asia por primera vez, lo hacen pensando en aumentar sus márgenes comerciales gracias a un menor precio del coste unitario, lo que debería permitirles mejorar su posición en el mercado y superar a su competencia.

No obstante, la experiencia como profesionales del sourcing nos ha enseñado que no todas las empresas aplican la teoría como deberían y no acaban de sacarle todo el provecho posible a las ventajas de la importación. Esto se debe, en muchos casos, a una falta de análisis que impide potenciar al máximo la ventaja competitiva de la marca en cuestión.

¿Pero, qué es exactamente la ventaja competitiva para una empresa?

Antes de proseguir, es importante comprender qué es la ventaja competitiva y cómo influye en una empresa.

En realidad, el concepto es bastante sencillo: la ventaja competitiva es aquello que hace única a una empresa y la hace mejor frente a sus competidores, ya sea precio, atención al cliente, garantía extendida o una comunidad online bien desarrollada, entre otros ejemplos.

Encontrar la ventaja competitiva de nuestra empresa es algo relativamente fácil. De hecho, muchas empresas ya se crean centradas en una ventaja competitiva en concreto. No obstante, a veces olvidamos lo más importante: la comunicación.

¿Saben nuestros clientes cuál es nuestra ventaja competitiva? O, mejor dicho, ¿sabe nuestro público objetivo qué nos hace mejor que nuestra competencia? Si la respuesta es no (y, muchas veces, así es), es muy posible que estos usuarios jamás se conviertan en clientes.

Tipos de ventajas competitivas

La ventaja competitiva es uno de esos conceptos teóricos importantes que se estudia en cualquier formación empresarial y/o de marketing. Uno de los principales impulsores de esta idea fue el académico estadounidense Michael Porter, que ya en 1982 insistía en que “la esencia de la formulación de una estrategia competitiva consiste en relacionar a una empresa con su medio ambiente”.

Precisamente según la teoría de la ventaja competitiva de Porter, existen dos tipos de ventaja competitiva: el liderazgo por bajo costo y la diferenciación. Esta última es, en la mayoría de ocasiones, la que genera mayores problemas de comunicación en las empresas.

¿Por qué importar productos nos permite aumentar nuestra ventaja competitiva?

Ahora que ya tenemos claro el concepto y su tipología, algunas empresas podrían pensar erróneamente que la importación sólo puede ayudarnos a potenciar nuestra ventaja competitiva cuando  está relacionada con el bajo precio, algo que no es del todo correcto.

Ciertamente, si nuestra principal diferencia con nuestra competencia es el precio, es bastante obvio que realizar nuestras compras internacionales a un mejor precio unitario ayudará en gran medida a potenciar nuestra posición en el mercado.

No obstante, importar productos desde Asia también puede ayudarnos cuando nuestra ventaja competitiva se basa en la diferenciación. Un buen ejemplo lo encontramos cuando nuestra diferencia frente a la competencia puede estar basada en la personalización de nuestro producto, ya que nuestro packaging ofrece acceso exclusivo a determinados servicios, una caracterización bastante más fácil (y económica) de conseguir si importamos nuestros productos de Asia.

Por último, también hay que tener en cuenta que la importación nos permite reducir costes, un hecho que hace posible invertir ese ahorro en otros aspectos de nuestro negocio (como la comunicación y el marketing) que hagan aumentar nuestra ventaja competitiva y ayudarnos a liderar el mercado.