En muchos casos, cuando hablamos de importaciones desde Asia, automáticamente pensamos en importar productos de China, algo que no es extraño ya que el volumen de compras que se efectúa en este país es muy alto (en España, las importaciones de China en 2020 alcanzaron los 29.333 millones de euros). No obstante, el continente asiático es muy grande, y en él encontramos numerosos países que, en los últimos años, también están jugando un papel importante en la fabricación de productos, como por ejemplo la India.
Es importante tener en cuenta que, más allá de su tamaño y su capacidad de producción, China ya lleva años impulsando la fabricación de productos para su exportación. De hecho, debido a su volumen, China consiguió convertirse en segunda potencia económica mundial, y en 2016 lanzó el Plan Made in China 2025 para priorizar la calidad de sus productos más allá de la cantidad y erigirse como referentes de diseño, no solo de producción en masa.
En el caso de la India, aunque se trata de un país tradicionalmente proteccionista, actualmente el comercio representa el 40% de su PIB y, poco a poco, se va abriendo cada vez más a las transacciones internacionales. Así, a día de hoy, los principales productos que la India exporta son petróleo (13,2%), diamantes (6,8%), medicamentos (4,5%), artículos de joyería (4,2%) y vehículos motorizados (2,2%), aunque no podemos olvidarnos del algodón, una materia prima muy abundante en el país, de la cual se fabrican diferentes productos textiles.
Los principales socios de la India son Estados Unidos, China, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Irak y Singapur. No obstante, en Europa cada vez más hay más tendencia a realizar compras internacionales a este país asiático; de hecho, Reino Unido, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Francia, Italia y España son los países del viejo continente que más importan desde este mercado emergente.
La India es muy consciente de su potencial y, al igual que hizo China, su gobierno impulsó hace algunos años el plan Make in India, con el objetivo de modernizar el país e impulsar el comercio exterior. Entre las medidas que se han tomado para ello, destaca la reducción de la burocracia y la inversión en infraestructuras para conseguir rebajar los costes y tiempos de transporte en los próximos años, un paso crucial para fomentar la exportación.
Países del Sureste Asiático: una buena opción a la hora de importar.
A pesar del prometedor futuro de la India y la buena situación actual de China en cuanto a exportaciones, también otros países en Asia han empezado a desarrollar una actividad comercial importante en los últimos años.
Nos referimos, concretamente, a los países situados en el Sureste Asiático, cuya economía ha mejorado de forma notable impulsada por el crecimiento industrial. De hecho, la abundancia de mano de obra y una clara mejora en sus infraestructuras han propiciado que muchas empresas situadas en países desarrollados optaran por la deslocalización y trasladaran sus fábricas a estas zonas con el objetivo de ahorrar costes y ser más competitivas.
En este contexto, podemos afirmar que importar desde Asia ya no es (solo) sinónimo de fabricar en China (o La India). Dependiendo de qué productos queramos comprar para nuestro negocio, unos países u otros pueden ofrecernos las mejores condiciones para nuestra importación.
En S3 Group llevamos 18 años trabajando en importaciones desde diferentes zonas, tanto China, como la India o diferentes países del Sureste Asiático. Como expertos en sourcing, nuestro trabajo consiste en encontrar el mejor proveedor y las mejores opciones para nuestros clientes, con el objetivo de que la experiencia de importación sea totalmente satisfactoria y cumpla las expectativas.