embalaje en logística

Tipos de embalaje en logística

Si haces negocios de exportación, sabrás la importancia de elegir un buen embalaje para la logística de tus productos, un factor que debe cuidarse al detalle y que, además, debe cumplir con la normativa de los países por los que transitarán las mercancías.

El embalaje va mucho más allá de una cuestión comercial o de imagen, es el principal responsable que tus bienes lleguen al destino en perfectas condiciones; en caso contrario, tu empresa puede perder mucho dinero (¡y clientes!).

También es importante no confundir el embalaje que se usa para los envíos con el packaging propio del producto; es decir, una lámpara puede llevar su propia caja (con un diseño propio para la empresa, ya que es importante para diferenciarse de las marcas blancas), pero cada grupo de lámparas (por ejemplo, cada 100 unidades) se transportan dentro de un embalaje mucho más grande que es el que debe proteger el producto durante el transporte desde la fábrica hasta el punto de venta.

¿Por qué es importante el embalaje durante el transporte?

Proteger los productos durante el transporte es fundamental, no solo para evitar golpes, sino para que su funcionamiento no se vea deteriorado por factores externos (por ejemplo, un frío o un calor extremos).

Pero hay más motivos. Un buen embalaje facilita los movimientos de carga y descarga, minimizando las sacudidas bruscas y, con ello, sus consecuencias.

Del mismo modo, transportar nuestros productos en el embalaje adecuado también puede hacer más fácil su distribución, un hecho que no solo puede ahorrarnos disgustos, sino dinero, ya que optimizar el proceso de reparto nos permite ahorrar en gastos.

En resumen, un buen embalaje en logística debe ser capaz de contener nuestros productos, protegerlos y hacerlo, además, de forma práctica para adaptarse a su transporte.

Embalaje según el tipo de transporte

No hay duda, además del tipo de producto, el método de transporte en el que nuestros productos viajen determina en gran parte el embalaje.

Embalaje para transporte marítimo

Se trata seguramente del embalaje más exigente y el que requiere mayor seguridad. Más allá de los requisitos habituales que podamos necesitar en los envoltorios para proteger nuestros productos, el transporte en barco nos obliga a tener en cuenta factores como la humedad, lo que hará necesaria una protección especial.

Embalaje para transporte aéreo

La ventaja de este tipo de transporte es la mayor rapidez, lo que puede llevarnos a pensar, erróneamente, que la protección necesaria no es tan alta. Sin embargo, hay que tener en cuenta que transportar productos en avión implica altitud y cambios de temperatura, con lo cual nuestros productos deberán estar protegidos frente a estos factores.

Embalaje para transporte terrestre

Suele considerarse el transporte más frecuente, ya no solo porque es el que cubre las distancias cortas, sino porque tanto en el transporte aéreo como en el marítimo casi siempre hay una última etapa cubierta por este tipo de transporte.

El transporte terrestre, ya sea por carretera o en tren, implica un mayor movimiento de la mercancía, con lo cual los golpes pueden ser más frecuentes. Hay que tener en cuenta que, a pesar de ser distancias más cortas que en el transporte marítimo o aéreo, los paquetes también pueden sufrir cambios de temperatura.

¿Qué embalaje elegir?

Como hemos visto, son diferentes los factores que pueden condicionar las características del embalaje que necesitamos para nuestros productos.

A pesar de ello, actualmente existe en el mercado una gran oferta de tipos de embalajes a elegir, capaces de adaptarse a todo tipo de transportes y necesidades.

Las cajas, uno de los embalajes más frecuentes

A pesar de parecer un embalaje muy clásico, la verdad es que las cajas son uno de las opciones preferidas en la logística. No obstante, no debemos caer en el error de pensar en la típica caja de cartón que todos tenemos en casa para guardar cosas, ya que existe una amplia gama de estos productos capaces de cubrir todo tipo de necesidades.

El tipo de caja variará, lógicamente, en función del peso. Para transportar hasta 40 quilos de peso, existen las cajas de doble canal; cuando el peso supera los 70 quilos, necesitaremos cajas de doble canal reforzado.

Cuando el volumen es mucho más alto y, además, es especialmente frágil, podemos contar con las cajas de triple canal, que resisten pesos de hasta 350 quilos y condiciones de altas temperaturas y humedad.

Contenedores y palets, dos imprescindibles de la logística

Más allá de las cajas de cartón, no podemos dejar de mencionar a dos clásicos del transporte: los contenedores y los palets.

Los contenedores están especialmente indicados para transporte terrestre y marítimo y varían en función del peso a transportar.  Existe una gran variedad de contenedores, desde los más sencillos (cuyo interior solo alberga cajas) a contenedores refrigerados.

Los palets, por su parte, son unas plataformas rígidas encima de las cuales viaja la mercancía. Los productos que viajan encima de los palets suelen estar sujetos por correas o envoltorio retráctil y es importante tener en cuenta que es una grúa o plataforma elevadora la encargada de moverlos tanto en su punto de origen como en su destino.

¡Te ayudamos con tu logística!

El transporte es una parte fundamental de cualquier transacción y no siempre es fácil gestionarlo. Por ese motivo, en S3 Group, como especialistas en la gestión de importaciones y exportaciones, ayudamos a todo tipo de empresas con la logística de sus compras internacionales.

Una perfecta recepción de los productos no solo ayuda a las empresas a ahorrar dinero, sino que forma parte de la imagen de marca que se proyecta a los clientes. Elegir el embalaje adecuado es clave para ofrecer una experiencia comercial satisfactoria.