costes de transporte desde China

¿Qué hacer ante el aumento de los costes de transporte desde China?

Los costes de transporte desde China aumentaron considerablemente durante el segundo semestre del 2020. La tendencia empezó a notarse en agosto, aunque ha sido durante el último trimestre del año cuando se ha oído a más gente hablar del tema; de hecho, incluso en redes sociales como Twitter, empresarios de distintos sectores comentaban la situación, preocupados por las consecuencias de la misma.

A principios del año pasado, en China se solaparon dos semanas de festivos –Año Nuevo Chino, en el que ya se empezaba a oír hablar de la expansión del COVID19- con el posterior confinamiento obligatorio provocado por la pandemia. La suma de ambos parones provocó un desajuste en la oferta y la demanda, lo que llevó a las navieras a realizar cancelaciones (conocidas como Blank Sailing)debido al bajo volumen de transporte de mercancías.

La situación no tuvo tiempo a mejorar, ya que en marzo el COVID19 llegó a Europa, y durante el final del primer trimestre y gran parte del segundo, la mayoría de países estaban confinados, lo que supuso una drástica bajada de la demanda global. Las navieras siguieron cancelando rutas para adaptarse a la (baja) demanda de importación del momento, una decisión que afectó a EEUU y al resto de países del continente americano, que se vieron obligados a retrasar la devolución de los contenedores a puerto, tras una tardía recepción en los mismos.

China, un paso por delante, recuperó sus ritmo económico con fuerza en Junio, pero la falta de la devolución de equipos al país junto a los servicios aun cancelados por las navieras provocaron un colapso mundial a nivel de transporte marítimo, cuya consecuencia fue una inevitable subida de precios de los fletes desde China hacia el exterior.

La delicada situación actual, junto con una nueva celebración del Año Nuevo Chino, hace pensar que esta problemática se mantendrá, como mínimo, durante el primer trimestre del 2021. Sólo la evolución del mercado y de la oferta y la demanda dará (o no) solución a esta situación.

En este contexto, no hay que olvidar que, a pesar de la crisis económica que el COVID-19 está provocando en todo el mundo, la pandemia ha causado una verdadera explosión en el ecommerce, incluso en muchos artículos ya se empieza a hablar del pasado año como el E-2020: el año del ecommerce.

En países como Reino Unido, se calcula que las transacciones por ecommerce habrán representado en 2020 un 30% del total de las ventas minoristas (en 2019, los datos fueron de 21,8%). En otros países, como España, las cifras también son altamente optimistas, y es que el crecimiento del comercio electrónico ha sido del 36%, situando al país como el tercer mercado que más rápido ha crecido online este año.

Sin duda la evolución del comercio electrónico no va a frenar, ni tampoco a retroceder. Su crecimiento no será siempre igual de rápido, pero estamos ante una nueva forma de consumo que lo ha cambiado todo en los países desarrollados. En ese contexto, los empresarios temen ahora más que nunca un aumento de los costes de sus productos, ya que en un momento económica y social tan delicado como el que estamos viviendo, un inesperado repunte de los precios puede significar, en la mayoría de sectores, una importante pérdida de clientes.

Buscando alternativas al alto coste de los fletes.

La realidad es que el precio del transporte desde China se ha multiplicado en el último año por tres, incluso por cuatro. Ante esta difícil situación, es importante aclarar que no hay fórmulas mágicas para abaratar el coste del transporte desde China. Cuando la oferta y la demanda se normalicen, y haya el tiempo suficiente para recuperar los desajustes provocados por la pandemia, confiamos en que las tarifas del transporte volverán a bajar, pero no es algo que parezca que vaya a pasar a corto plazo.

No obstante, el mundo empresarial no para en ningún momento y las importaciones no pueden detenerse y esperar. Es por eso que la única alternativa para combatir el sobrecoste del transporte es buscar el máximo de eficacia en nuestras importaciones.

Desde la optimización del diseño del producto hasta la existencia de elementos posiblemente innecesarios (por ejemplo: demasiados plásticos en el packaging) pueden ayudarnos a recortar costes en la producción (siempre sin renunciar a la calidad, por supuesto). Sin embargo, y como posiblemente ya sabrás, la elección de un buen proveedor y la posterior negociación es el factor clave a tener en cuenta para recortar gastos.

Consejos para elegir un buen proveedor en China.

Como expertos en sourcing, sabemos lo importante que es elegir el proveedor adecuado; de hecho, nos atreveríamos a decir que más del 70% del éxito de la importación depende de ello.

Entre las características que siempre hay que tener en cuenta a la hora de elegir un proveedor en China, debemos verificar que el posible proveedor cumpla con los siguientes requisitos:

  • Experiencia de confianza y con experiencia contrastada
  • Capacidad real de producción
  • Formación a sus trabajadores
  • Precios competitivos
  • Recursos internos de actuación
  • Calidad en la fabricación
  • Cumplimiento de timings

A pesar de conocer los puntos a tener en cuenta para elegir un buen proveedor que nos garantice optimizar el precio del coste y una importación exitosa, no es fácil realizar esta tarea. Factores culturales, comunicativos y falta de experiencia a menudo terminan en una importación accidentada que no cumple con los resultados esperados.

En S3 Group llevamos más de 15 años actuando como sourcing partner para diferentes empresas de todo el mundo que deciden comprar productos en China. Entre los diferentes servicios que ofrecemos, la selección y negociación con proveedores es una de las tareas que nuestros clientes más valoran ya que les asegura una importación tranquila y un coste ajustado de los productos, lo que les garantiza una mayor competitividad ante su competencia.