El pasado 7 de abril, Interempresas publicó un artículo de opinión firmado por nuestro CEO, Tom Van der Heyden, titulado “Los aranceles de Trump: barra libre”. En él, analiza con lucidez el giro proteccionista de la política comercial estadounidense y su impacto en el equilibrio económico y geopolítico global.
Desde el inicio, Tom Van der Heyden, profesor en negocios internacionales en diversas escuelas y universidades, deja clara la dimensión del fenómeno que estamos presenciando:
“Se trata en el fondo de una fase más en el reseteo del sistema geopolítico y comercial global iniciado por la Casa Blanca.”
Un reseteo que no solo afecta a los tradicionales rivales de EE.UU., sino también a sus aliados más cercanos, todos ellos sorprendidos por “la amplitud y la fuerza de los aranceles presentados”.
Europa: capacidad, pero también responsabilidad
En su análisis, Tom señala que Europa se enfrenta a una disyuntiva compleja: dialogar o responder. Pero, ante un interlocutor imprevisible, la vía diplomática se presenta poco efectiva:
“Hablar en caliente, y con un interlocutor poco previsible […] parece tener poco sentido a corto plazo, por tanto, no queda otra que tomar represalias.”
Ahora bien, lejos de adoptar una posición victimista, reivindica la fuerza del continente europeo, siempre que actúe con convicción y unidad:
“Europa sí tiene músculo y sí es potente, y más si se alía con países como Suiza, el Reino Unido y otros de su entorno […] pero tiene que creérselo.”
A pesar de su dependencia energética y de materias primas, Europa dispone de activos estratégicos: una moneda relevante, sectores industriales sólidos y un mercado de consumidores mayor que el estadounidense.
China: respuesta firme en un contexto delicado
Tom Van der Heyden también aborda la reacción de China, que no ha tardado en contraatacar con un 34% de aranceles a productos estadounidenses. Todo ello en un contexto interno complicado, con una crisis inmobiliaria persistente y una baja confianza del consumidor.
Sin embargo, destaca que el gigante asiático está sabiendo moverse con inteligencia:
“Son ya dos meses y medio de iniciativas geopolíticas del gobierno Trump que han destruido por completo la histórica ‘soft power’ de EE.UU. y a la que China ha reaccionado con una campaña casi carismática.”
Además, China cuenta con una industria fuerte y una ventaja estratégica: el respaldo del 90% de la población mundial que no la percibe como un enemigo.
Una situación crítica, pero no irreversible
Tom concluye con una visión realista pero no pesimista. La tensión es alta y las consecuencias, globales, pero aún es posible reconducir el conflicto si las potencias actúan con inteligencia:
“Vienen tiempos difíciles […] pero es posible gestionar este conflicto, sobre todo si Europa y China reaccionan de forma inteligente.”












